¡Nuestro recorrido en el proceso de autoconocimiento pasa por el reconocimiento de los sentimientos que generamos, mantenemos y emitimos desde el interior de nuestro Ser! Gratitud: ¡Un movimiento del corazón!
Y uno de los más importantes sería la gratitud al Creador, o a Dios, o a la Inteligencia Suprema, o incluso a qué (o a quién) crees y veneras, ¡y conectas el corazón!
Líderes religiosos y filósofos nos han advertido sobre el poder de la gratitud, que cuando vibra en nuestro corazón, ¡reverbera en todo el universo!
Imagen/Pixabay
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Imprescindible saber: ¡Frecuencias de Vibración!
Al igual que una gota que cae en un recipiente con aguas tranquilas, y provoca una ola desde el momento en que toca el agua, cuando nuestros sentimientos vibran, ¡resuenan en el entorno y más allá!
La gratitud es un sentimiento poderoso que puede traer muchos beneficios a la salud física y mental. Según investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston, la gratitud es una poderosa medicina para el cerebro.
Los estudios revelan que tenemos a mano una herramienta natural, que podemos utilizar eficazmente siempre que sentimos que el estrés, la depresión o la ansiedad consumen nuestras energías: ¡el sentimiento de gratitud!
¡¡Imagínate lo que puedes hacer cuando estemos sanos y llenos de vida!!?
La reducción del estrés se puede lograr mediante la práctica intencional de la gratitud, amortiguando poderosamente la respuesta emocional: ¡tenemos el control de las vibraciones!
Es sólo que las hormonas que se secretan a medida que aumenta el estrés se reducen considerablemente por aquellas otras, que se desencadenan por la vibración de la gratitud. ¡Son opuestos!
Además, el acto de expresar gratitud activa áreas del cerebro asociadas con el aprendizaje, la memoria y la regulación de las emociones, liberando dopamina y serotonina que nos provocan una sensación de bienestar y felicidad!
¡Todo en el universo es energía, frecuencia y vibración! ¡Y con el pensamiento, materia fluida, es lo mismo!
En lugar de centrarnos en lo que no es tan bueno, podemos centrarnos en los aspectos positivos o las posibles soluciones: plan A, plan B, plan C …y así sucesivamente…
Y es dentro de cada uno de nosotros donde ocurre la magia, cuando unimos pensamiento y sentimiento, experimentando internamente la vibración de la gratitud: ¡¡¡son 900 hercios o más!!!
El poder de la gratitud se extiende más allá del individuo. Cuando practicamos intencionadamente la gratitud buscando conseguir beneficios, ¡el resultado no se hace esperar!
¿Qué pasaría si todos nosotros, en un esfuerzo concertado, intentáramos implementar la práctica intencional de la gratitud? ¿Obtendríamos más cualidades en las relaciones interpersonales, profesionales?
¿Habría más armonía en las relaciones de la civilización en su conjunto? ¿Podrían los pueblos comunicarse de una manera más ligera, diplomática y agradecida?
¿Por qué tan a menudo aceptamos que la ingratitud se nos insinúa y es aceptada como verdad? ¡No estamos aquí hablando del otro, sino del sentimiento!
¿¡Por qué se resaltan tanto los puntos negativos: personas, situaciones, sentimientos!!? ¿No debería centrarse la atención en lo bueno y lo positivo?
¡Vivimos con alguien durante muchos años y recibimos innumerables regalos, favores, bondades, innumerables alegrías!
Y sin embargo, si hubo un momento desafortunado, una frase despectiva, algo que no nos gusta, ¡todo lo positivo se queda en el camino y el disgusto toma protagonismo!
Mira el peligro: en ese momento permitimos que ese sentimiento que está en el extremo opuesto cobre vida en nuestro corazón: ¡la ingratitud! ¡Y su vibración es mucho menor!
Y el propósito es reconocer lo que nos pasa y tiene valor real:
La lista es inmensa, pero tiene como diferencial lo que es importante para cada uno de nosotros, y ya logramos enumerarlo como una bendición: ¿qué hace que tu corazón cante de gratitud?
Cualquiera que sea el tuyo, en cualquier etapa en la que te encuentres, lo importante es iniciar el proceso, para no quedar fuera del movimiento universal de ‘lo similar atrae a lo similar’, o ‘todo ¡nos lo enviamos de vuelta’!
No sería de extrañar que un electrocardiograma realizado a un paciente que hace vibrar el corazón con el sentimiento de gratitud en ese momento, revele al cardiólogo una armonía cardíaca.
Conciencia. Meditación. Reconocimiento. Gratitud.
¡La información a la que tenemos acceso hoy nos permite agregar valor a nuestra existencia, cuando ponemos en práctica cambios para una vida mejor y más saludable!
Gracias a ti que has llegado hasta aquí. Deseamos éxito y las mejores vibras!!! ¡¡¡Hasta la próxima!!!
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